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Códigos y mensajes secretos
OUR STORY
“Me encantan los secretos, y estaba convencido de que este mapa encerraba uno.”
---Hugo Norwood
Hugo Norwood: La Mansión del Acantilado
Sigue leyendo si quieres saber más sobre códigos y mensajes secretos... También encontrarás aquí:
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¿Has descifrado el mensaje secreto escondido en estas páginas? En esta sección tienes todas las pistas para poder hacerlo, ¡pero primero tendrás que encontrarlo!
OUR STORY
La Mansión del Acantilado (tanto el libro como la propia mansión) están llenas de secretos. Misteriosos mapas, enigmáticas inscripciones, códigos indescifrables y mucho más. Únelos a la búsqueda de un tesoro, y ya tienes los ingredientes para contar historias increíbles.
Los códigos se han utilizado desde hace miles de años para enviar mensajes secretos entre personas. En el libro presento unos cuantos, a los que Hugo, Sarah y Jeff deben enfrentarse, y habrá muchos más en las siguientes aventuras. Pero ¿cuándo fue la primera vez que alguien sintió la necesidad de comunicarse con otra persona, sin que nadie más supiera qué estaban diciéndose?
https://www.timetoast.com/timelines/historia-de-la-criptografia-605a0c40-e345-484b-84ed-f133c689aea1
Una de las primeras técnicas proviene de la antigua Grecia, y consistía simplemente en escribir el mensaje en una tablilla de madera para luego ocultarlo bajo una capa de cera. Pero si el mensajero era interceptado y se derretía la cera, ¡el texto quedaba a la vista! Más adelante se desarrollaron otras técnicas bastante ingeniosas, como afeitar la cabeza al mensajero, escribir el mensaje en el cráneo, y luego esperar a que el pelo volviera a crecer, pero el problema persistía: una vez descubierto el mensaje, su significado quedaba expuesto.
Así que había que idear una forma de ocultar su significado, lo que dio lugar a la denomina criptografía (escritura oculta en griego). La escítala, en la fotografía, fue usada por los espartanos ya en el siglo V antes de Cristo, y consiste en un sencillo palo y una cinta de cuero o pergamino. Para usarla se enrollaba la cinta alrededor del palo y se escribía el mensaje deseado. A continuación se desenrollaba el pergamino con lo que el mensaje quedaba completamente desordenado y, por tanto, ilegible. Cuando el receptor quisiera leerlo solo tenía que volver a enrollarlo sobre un palo de un grosor idéntico al primero, y el mensaje volvía a aparecer.
Uno de los métodos más famosos de cifrado es el cifrado César, llamado así por ser usado por el mismísimo Julio César. El código es uno de los más sencillos (y por tanto uno de los más fáciles de descubrir), y en palabras de Hugo Norwood: “consiste en desplazar las letras del alfabeto una distancia fija. Por ejemplo, si la distancia es cinco, la A pasa a ser una E, la B una F, la C una G y así”. A este tipo de códigos se les llama códigos de sustitución.
Si consideramos que hay veintiséis letras en el alfabeto, está claro que el código César sólo permite veinticinco posibles variaciones, y por eso es muy fácil de descifrar (¡pruébalo!). Sin embargo, si en vez de un desplazamiento a una distancia fija permitimos cualquier sustitución de una letra por otra, eso da lugar a… cuatrocientos cuatrillones de posibilidades.
O sea, un cuatro seguido de veintiséis ceros.
O sea, todas estas combinaciones: 400000000000000000000000000
Dicho de otra forma: si pudieras probar una combinación distinta cada segundo y hubieras empezado con el Bing Bang, hace 13.8 billones años… todavía no habrías terminado de probarlas todas. Eso sí que es un código difícil de descifrar, ¿no?
El cifrado César
Y ahora, manos a la obra. Intenta descifrar el siguiente mensaje (pista: ¡es un código César!):
UV AL WPLYKHZ SH WYVEPTH HCLUABYH KL OBNV UVYDVVK: SH SLFLUKH KL SH JPBKHK WLYKPKH
Hay muchas otras formas de codificar mensajes secretos, y aquí sólo he mencionado algunas de las más conocidas. ¿Qué otros códigos puedes inventarte?
https://pixabay.com/images/search/julius%20caesar/
Se cree que la primera historia donde aparece un mensaje secreto es El escarabajo de oro, publicada por Edgar Allan Poe en 1843 (¡hace casi doscientos años!). En ella, un viejo pergamino con un extraño código conduce a los protagonistas a la búsqueda de un antiguo tesoro pirata (¡posiblemente el tesoro del mismísimo Capitán Kidd!)
El mensaje secreto es el que aparece en la imagen de abajo. ¿Te atreves a intentar descifrarlo? No te preocupes si no puedes, es bastante difícil. A cambio, puedes leer la historia de Poe y averiguar cómo lo hace el protagonista.
Códigos famosos en otras historias
www.ciphermachinesandcryptology.com/en/goldbug.htm
https://www.etsy.com/listing/1024015046/the-dancing-men-the-return-of-sherlock
Y, por supuesto, no podía faltar en esta sección el gran Sherlock Holmes, creado por Sir Arthur Conan Doyle. En La aventura de los bailarines, publicada en 1903, el famoso detective se enfrenta a uno de sus casos más complicados.
Todo comienza cuando Sherlock recibe un trozo de papel con una misteriosa secuencia de pequeños monigotes que parecen estar bailando. El detective se da cuenta de que en realidad las figuritas son un código de sustitución y logra descifrar el mensaje (¡por supuesto!). Y tú, ¿serías capaz de hacerlo?
https://www.literatura.us/idiomas/acd/acd_baila.html
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